Entre los muchos elementos que contrastan entre las nuevas y las tradicionales tecnologías de la información está la belleza: los colores, la resolución de las fotos, la variedad de tipografías, la posibilidad de contar con imágenes en movimiento y hasta la disposición de sonidos de sorprendente nitidez.
Pero la belleza de un sitio web es que debe ser funcional. Su diseño debe ser claro y sencillo, limpio y fácil de asimilar y entender, para que los usuarios puedan encontrar rápidamente lo que buscan. Si hay algo que el usuario de hoy detesta, es ingresar a un sitio web y no encontrar la información que le ofrecieron.
La estética es sólo uno de los factores a tomar en cuenta en el desarrollo de un sitio web. Comparte importancia con aspectos tecnológicos, sicológicos, sociológicos, de contenidos, etc., todos ellos tomando en cuenta las costumbres, habilidades y preferencias del usuario de hoy, más allá de las apreciaciones que pueda tener el diseñador o el dueño del sitio.
El conocimiento y la experiencia adquirida durante las décadas recientes han permitido crear procedimientos para el diseño, bajo el concepto de “usabilidad web”, entendidos como la facilidad de uso que ofrece un sitio a los usuarios que lo visiten.
La usabilidad es beneficiosa
La usabilidad aporta al sitio una importante cantidad de beneficios, como mejorar la experiencia y la satisfacción de los visitantes del sitio y lograr una mayor interacción con el usuario, de manera que se sienta familiarizado con la página y emita comentarios que generen visitas adicionales.
La satisfacción del visitante aumenta la duración de las visitas y disminuye el porcentaje de rebote (algo muy positivo para la optimización del sitio), genera más tráfico (los usuarios regresan) y propicia el terreno para cerrar una venta y aumentar los ingresos.
En las labores de diseño de un sitio web, elementos clave que se deben tomar en cuenta, para mejorar los niveles de usabilidad:
Estructura y contenido:
Los contenidos se deben estructurar y organizar de acuerdo con una jerarquía previamente definida, para que el usuario encuentre fácilmente la información que está buscando. La búsqueda se complica cuando se ofrecen nombres de categoría poco claros y con información imprecisa dentro de la categoría.
Un diseño “limpio”:
Los textos, la tipografía, las imágenes y los recursos gráficos se deben mostrar separados y con una clasificación lógica, para que faciliten la labor al usuario.
Orientar al visitante:
Cada tema debe aparecer de forma independiente, con subdivisiones y categorías, pero sin duplicidades o contradicciones. El usuario debe siempre saber dónde se encuentra y cómo acceder a un enlace y, para lograrlo, el sitio debe aportar un menú muy accesible y visible, con títulos muy claros y colocados estratégicamente.
La buena atención:
Al usuario le gusta indagar, por sus propios medios, por lo que es importante darle facilidades para que haga cosas como desplegar menús, descargar información, ampliar fotos y gráficos, etc. Este “autoservicio” es de utilidad para los clientes y también para la empresa, porque le permite obtener información sobre los gustos, las actitudes y otra importante cantidad de datos acerca de los visitantes.
Claridad de la información:
Los usuarios deben tener información fácilmente accesible, antes de tomar la decisión de hacer una compra. Al consumidor le interesa saber sobre precios, detalles sobre los productos y servicios, tarifas y precios, cargos adicionales, formas de envío y de pago.
Información precisa:
La información que se suministre al visitante debe ser simple y sintética. A nadie le interesa detenerse en contenidos superfluos que aportan poco o nada de valor. En este sentido, es preciso evitar el exceso de animaciones, ventanas emergentes y otros elementos que puedan distraer o molestar al consumidor.
Estos son sólo algunos de los elementos que se deben tener respetar durante la planificación, el desarrollo y la implementación de un sitio web. Hay otros, como la colocación de menús de navegación en todas las páginas que conforman el sitio, para los usuarios que ingresan por páginas interiores.
En aras de mejorar la usabilidad, hay que añadir un mapa del sitio para guiar al visitante y a los motores de búsqueda de internet, así como mantener un diseño coherente entre la página principal y sus diferentes enlaces, para que el usuario sienta en todo momento que se encuentra en el sitio principal.
En fin, la usabilidad es un concepto que se debe tener presente en todo momento, como un servicio orientación y apoyo al usuario, para que obtenga la información que busca. Un sitio web puede ser muy bonito, el posicionamiento en buscadores puede ser el adecuado pero si la navegación es complicada, no va a cumplir la función esperada, que es convertir desconocidos en prospectos identificables.