Ante tanta opción tecnológica, es casi imposible no sentirse abrumado sobre qué será lo mejor para mi empresa, especialmente si es una organización que no está acostumbrada a competir en el mundo digital.
¿Qué puedo hacer para no sentir que «me estoy quedando», entonces? Primero, le sugerimos que ponga por escrito cuáles son las necesidades tecnológicas principales que tienen… ¿será un sistema? ¿será tener presencia en redes sociales? ¿mejorar su sitio web?
Con eso claro, puede hacer un pequeño plan de acción enfocado, específicamente, en resolver esa necesidad inmediata. Ponga metas cortas, realizables, no algo sumamente grande que, de nuevo, lo supere y lo haga sentir más frustrado que al inicio… ¡vamos poco a poco!
¿Pero qué hacer si ya está abrumado? ¡Descanse más! Reponga energías y, con la mente despejada, puede sentarse a hacer ese plancito que le puede ir ayudando a meterse en el mundo tecnológico pero, además, a sacarle mucho provecho en beneficio de su empresa.
Recuerde: los clientes de hoy no son los mismos que cuando usted empezó, sus hábitos de compra y consumo han cambiado y debemos estar presentes ahora también donde ellos están.