De la misma forma que ocurre en el comercio tradicional, cuando se va a crear una tienda virtual hay que tomar en cuenta una larga lista de factores que garanticen el éxito y, aunque parezca evidente, es elemental ubicar el negocio en un área comercial, donde haya mucha gente, que en lo digital sería darle el adecuado posicionamiento en buscadores para que aparezca ante sus potenciales clientes.
En internet, al local de la tienda (el sitio web) se le llama hosting o dominio y además de su adecuada ubicación, debe estar provista de elementos que generen atractivo, confianza y facilidades para que el consumidor encuentre lo que anda buscando y haga la compra.
Además del nombre del dominio, un sitio web e-commerce requiere un diseño que, aparte de cumplir los requerimientos de todo sitio web prestigioso y bien posicionado, cuente con las herramientas de comercio electrónico, como los kits de compras y los certificados de seguridad (o SSL).
Entre otros factores claves, el éxito de una tienda on-line depende de:
Un buen contenido:
Con la magnitud de la competencia de hoy, un sitio web de una página estática, con la foto de un artículo y el precio no es una opción, ni para los motores de búsqueda de internet ni para los usuarios que (por casualidad) puedan llegar a nuestra tienda.
Del contenido depende, el buen posicionamiento de un sitio en internet y también el impacto que cause en el consumidor. Se requieren fotografías, videos y textos de buena calidad.
Un diseño consecuente:
Nada de colores chillones ni diseños multicolores que puedan causar confusión y rechazo en los visitantes. Debe establecerse un diseño constante, consecuente con la marca y los productos (o servicios) que ofrece la tienda. Cada color genera un estado de ánimo y se es un aspecto que se debe tomar en cuenta durante la etapa del diseño.
Una estructura optimizada:
Es la base de un diseño web; debe ser clara, concisa y precisa, para facilitar la navegación. De poco vale atraer al sitio una gran cantidad de visitantes, si no se les dan facilidades para que encuentren lo que buscan. La estructura debe ser intuitiva, porque los consumidores no llegan a ver qué encuentran, sino a encontrar el producto específico que están buscando, al instante y sin tropiezos. Por eso es básico determinar el número de páginas que va a tener el sitio y las herramientas que conduzcan a cada una de ellas y, dentro de ellas, a cada uno de los contenidos.
Facilidades para comprar
Si les complican la vida, muchos clientes potenciales van a abandonar el sitio en la página donde se les solicita mucha información de respaldo. Para evitar presentarle al visitante un cuestionario kilométrico que insinúe desconfianza, el empresario debe usar herramientas de monitoreo. La usabilidad es un factor clave, en el proceso de compra.
Generar confianza
Uno de los grandes enemigos de la tienda virtual es el temor a perder el dinero. Es necesario mostrar al consumidor las medidas de seguridad que se están utilizando, para garantizar que la transacción está protegida. Los íconos de intermediarias financieras, como PayPal y Visa, ayudan a que el cliente sienta confianza y todavía es mejor, si se recurre a certificados de seguridad, como SSL.
Llegarles a todos
Muchas veces, una necesidad emerge repentinamente y ese es el momento de buscar, indagar y comprar, sin esperar a llegar a casa a encender la computadora de escritorio. ¡Hora de aprovechar la disponibilidad inmediata de los dispositivos móviles! De ahí la importancia de que los diseños web e-commerce sean responsive, con formatos accesibles desde celulares y tabletas. La optimización del sitio, para móviles, puede potenciar la cantidad de clientes potenciales.
Las compras on-line siguen creciendo a un ritmo vertiginoso y el comercio virtual se presenta como una gran oportunidad para emprendedores y pequeñas y medianas empresas ya establecidas.
Los elementos clave mencionados son básicos; hay otros que se deben incluir en el diseño de un sitio de e-commerce. Y es preciso anotar –como se mencionó al principio del artículo- que un sitio web estático y envejecido está muy lejos de ser funcional, en los marasmos competitivos de hoy.
Como puede apreciarse, crear una tienda on-line; llevarla a un lugar óptimo en los buscadores de internet y mantener su vigencia no es nada fácil. Hay que estarle dando mantenimiento; actualizándola. Pero, pero los números lo dicen: el comercio on-line crece a un ritmo exponencial y, para aprovecharlo, no basta con solamente hacer el sitio y desentenderse: hay que invertirle tiempo todos los meses.
Podemos encargarnos de todo ese proceso… bastará con que conversemos. ¡Estamos a la orden!