El plan estratégico es la serie de metas que nos van a llevar a convertirnos en la empresa que queremos. Debe ayudar a lograr la visión de la empresa, apoyado en su misión, para no desviarse de la meta original que nos hayamos planteado.
Para hacerlo hay muchas formas, le voy a dar una «receta» sencilla:
Haga metas realistas, claramente definidas, no tipo «ser líderes de mercado» sino «lograr X clientes nuevos de X monto por mes».
Defina metas para los próximos 3 años, alcanzables, realistas y bien definidas.
Estas metas a largo plazo, divídalas en metas más cortas, de 1 año
Estas, a su vez, las divide en plazos más pequeños de 90 días, apuntando a lograr las metas anuales
Y estas metas trimestrales, las va revisando semana a semana, idealmente, para fijarse que todo lo propuesto se vaya logrando.
Procure que sean metas realizables, no demasiadas, porque en medio de todo esto irán sucediendo cosas del día a día, de modo que es mejor proponerse cosas alcanzables a terminar con una gran frustración por no haber podido alcanzar lo propuesto.
Importante que esto lo comunique a su equipo, convertirlo en un hábito y no desistir si no se han ido alcazando como se han planteado.