A menudo recibimos correos por diferentes asuntos, ya sea de trabajo, de estudio o personales. Muchos de esos contactos son personas que se dedican a una actividad o a ofrecer un servicio específico y la mayoría no incorporan una firma de correo al pie de los e-mails.
En muchas ocasiones a nuestros correos llegan mensajes que son de dudosa procedencia, sin embargo hay otros que el mismo correo los detecta así, cuando en realidad son correos válidos e importantes.