Tips de productividad

Como era de esperar, las redes sociales se desbordaron de publicidad con fotos, textos y videos y los sitios web nos dan una afectuosa bienvenida con banners, pop ups, menús, suscripciones…

Cada uno de esos elementos ocupa un lugar relevante en las estrategias del marketing digital. Pero es tanta la sobrecarga de información, que no nos alcanzarían el tiempo y la paciencia para para ver cada video, leer cada texto y atender cada llamado.

Es de entender, entonces, que el usuario de la red pase atropelladamente por encima de los contenidos que tanto costó elaborar. ¿Qué hacer, entonces, para lograr que se detengan y pongan atención a nuestros mensajes?

¡Pare, vea y escuche!

Los entendidos de la mercadotecnia ponen especial atención a la infografía, como un recurso estupendo del marketing digital, por su capacidad para atraer la atención de los cibernautas, no tanto porque sean novedosas (puesto que también hay una copiosa oferta infográfica), sino por su versatilidad para representar hasta los temas más densos y difíciles.

Las infografías son representaciones visuales válidas para tratar acerca de cualquier tema, mediante dibujos y colores y su efectividad es tanta –según datos citados en el artículo “Las infografías como herramienta del marketing”, en el sitio web T2O media- que pueden alcanzar un 832% más retuits que una imagen o texto.

Es un formato digital que cambia la forma de compartir datos, cifras y hasta de dar instrucciones. “La misma información que en un formato más tradicional, como un texto plano o una tabla no nos llamaría la atención, se transforma “por arte de magia” en un contenido atractivo al que no podemos resistirnos: nos apetece leerlo y solemos compartirlo”, defiende el artículo.

Las infografías ahorran tiempo a clientes y directivos, al condensar muchas celdas y diapositivas en pocos centímetros. Y con ellas se puede enganchar a los usuarios de redes y sitios web, hacer publicidad, proyectar la visibilidad de la marca y aumentar el tráfico entrante.

Los textos no son tan rentables

La capacidad para interpretar rápidamente la información visual es mucho más alta que para entender la palabra escrita. Se calcula que un lector promedio sólo recuerda el 20% de lo que ha leído. Las infografías han de ser muy visuales, agradables y fáciles de leer; permiten presentar una información, por muy compleja que sea, de una manera más comprensible.

Pero: ¿qué hacer, para que nuestras infografías no se desvanezcan, en la correntada de fotos, videos, textos y las otras infografías de la competencia? QBlog nos recomienda un listado de temas relacionados con el contenido:

  • El tema: Ha de ser original, novedoso y específico. Una infografía, o cualquier otra presentación, que contenga un tema trillado están condenadas al fracaso. En Google “Marketing Plan” puede encontrar millones de temas que le pueden servir de inspiración y modelo.
  • El título: En las redes sociales es frecuente ver contenidos similares, a veces idénticos (provenientes de conferencias de prensa o de boletines) en diferentes páginas informativas, pero unas reciben muchos “likes” y otras no reciben ninguno. Si el título no es llamativo y no despierta el interés del lector, no va a atraer seguidores ni va a ganar “likes”. Igual ocurre con una infografía.
  • El contenido: Los cibernautas quieren informarse, conocer cosas nuevas. Si el contenido de la infografía es añejo, evidente o superficial, lo que va a procurar es rechazo.
  • Honestidad: Incluir datos erróneos, por descuido o con la intención de dar una apariencia inflada, puede ser desastrosa para la reputación de la marca. No son admisibles los números inexactos ni las faltas de ortografía.
  • El acoso: La gente está saturada de publicidad y si la infografía está orientada abiertamente a la venta de un producto, es posible que sólo encuentre rechazo. Incluya información comparativa, curiosa, interesante, sobre los servicios o productos.
  • Los temas sensibles: El humor y el sarcasmo pueden ser malinterpretados y repudiados. Hay que tener cuidado con temas sensibles, como datos sexistas, racistas, clasistas, culturales…
  • El diseño: El diseño, así como el contenido, debe ser original y atractivo. Sea conciso y utilice al máximo las imágenes, los gráficos y los símbolos y ubíquelas de acuerdo con una adecuada jerarquía.
    Abusar con los recursos: No amontone gráficos; hay que dejar espacios entre los componentes de la infografía. Y tampoco abuse con los colores, que deben facilitar una coherencia visual, el estilo general de la infografía y una asociación lógica con el contenido.

Por supuesto que la infografía es el mensaje que vamos a enviar; para que llegue a su destino es preciso recurrir a los canales, los procedimientos y las estrategias del marketing digital. Exige la utilización de palabras clave, la inclusión de botones sociales, dirigirla hacia un público meta, publicitarla en directorios, –entre otros diversos recursos- compartirla con usuarios influyentes.

Por lo visto, el uso de infografías es uno de esos maravillosos recursos que ofrece el marketing digital, pero no es mágico ni milagroso. Puede ser que pase algún tiempo antes de que una infografía se vuelva notoria. Como en todo, si un trabajo se ha hecho a conciencia y con conocimiento, llegará la recompensa.

¡Por cierto!  Si necesita crear un infográfico pero no tiene un diseñador gráfico de confianza disponible, le dejamos estos tres recursos donde podría crearlos usted mismo:

 Y aquí un ejemplo de infografía, tomado del sitio www.infographics.cat: